No basta con enfocarse: primero asegúrate de estar en el negocio correcto

Hay una pregunta que hago constantemente cuando arranco procesos con equipos directivos:

¿En qué negocio estás hoy… y estás seguro de que todavía quieres estar ahí?

Parece obvia. Pero no lo es.

He acompañado organizaciones que comenzaron alquilando maquinaria, vendiendo productos físicos o prestando servicios muy puntuales… y con los años, sin darse cuenta, su fuente principal de ingresos ya no es esa. El negocio cambió. Pero la forma de pensar, decidir y organizarse… no.

El problema no es solo dónde estás. Es desde dónde sigues tomando decisiones.

Muchos empresarios siguen actuando como si su negocio fuera el de hace 5, 10 o 15 años. Y ahí es donde se desalinean: las decisiones estratégicas, la estructura operativa, incluso el tipo de talento que buscan… todo sigue respondiendo a un modelo que ya no es el que sostiene la rentabilidad.

Eso genera lo que yo llamo desenfoque silencioso. El negocio evoluciona, pero la dirección se queda atrás. Y lo más peligroso: muchas veces nadie se da cuenta.

Tres preguntas para reconectar con el negocio real

Como parte del eje de foco en el sistema RocketGrowth, propongo siempre revisar tres preguntas simples pero poderosas:

  1. ¿En qué negocio estás hoy realmente? No el que aparece en tu brochure. No el que soñaste al fundar la empresa. El que hoy representa tu ingreso y tu rentabilidad.

  2. ¿En qué negocio quieres estar? Porque puede que estés generando ingresos en una línea que no quieres escalar. Y ahí se requiere claridad antes de seguir invirtiendo tiempo y equipo.

  3. ¿Qué capacidades tienes para cerrar esa brecha? Aquí no hablo de soñar, sino de identificar los activos estratégicos ( otros lo llaman el core competence) que ya tienes y que podrían sostener esa transición con coherencia.

¿Por qué esto importa?

Porque sin claridad sobre el negocio real y el negocio deseado, el foco se fractura. Y cuando el foco se fractura, se vuelve más fácil tomar decisiones por reacción que por visión. Lo veíamos en entradas anteriores: la expansión comienza dentro. Y parte de eso es reconocer si la forma en la que estás operando hoy sigue siendo congruente con el negocio que te está sosteniendo (o el que quieres construir).

El crecimiento no se trata solo de hacer más. A veces, se trata de volver a preguntar: ¿Estoy todavía en el negocio correcto… o solo sigo en automático?

Anterior
Anterior

El propósito no es un cuadro bonito: es lo que da foco cuando creces

Siguiente
Siguiente

Foco real: el primer paso para salir del caos operativo