Yearly Recap con dirección: decisiones, no solo reportes

A fin de año aparecen los informes: tableros, fotos de logros, métricas por todos lados. Todo se ve bien… hasta que llega la pregunta incómoda: ¿Qué decisión estratégica sale de este recap?

Si tu cierre de año no cambia cómo vas a dirigir el próximo trimestre, no es recap: es un álbum. Con el Sistema de dirección RocketGrowth usamos el Yearly Recap como una herramienta de dirección. No para contarlo todo, sino para enfocar lo esencial.

1) Ver la realidad (sin maquillaje)

No es para adornar cifras, es para elevar consciencia. ¿Dónde sí hubo enfoque? ¿Dónde nos desenfocamos? ¿Qué se trabó una y otra vez? Principio: lo que no ves, no lo diriges.

2) Datos con dirección (no condescendencia de KPI)

Medir es útil si moviliza decisiones. Evita “KPIs por costumbre”. Identifica la métrica que cambia el juego y su causa raíz. Principio: menos indicadores, más intención.

3) Foco en restricciones (no en saturación)

Cuando el sistema se tranca, agregar métricas no lo destraba. Pregunta: ¿dónde está el cuello de botella? (persona, proceso, validación, capacidad o pricing). Principio: dirige por restricciones, no por volumen de datos.

4) Aprendizaje que orienta (cuando el KPI no cuenta todo)

No todo valor aparece en el número. Captura qué aprendiste (a nivel persona–proceso–organización) que cambia cómo trabajas. Principio: resultado o aprendizaje —siempre algo te llevas.

5) Decisiones y renuncias (sin ambigüedad)

Un buen recap obliga a elegir: qué sí, qué no, y qué cambia desde enero. Si todo sigue igual, no hubo recap; hubo relato. Principio: estrategia también es decir “no”.

6) Rutinas visibles (para sostener lo decidido)

La dirección se vuelve real cuando aparece en la agenda. Define pocas rutinas de alto impacto (ritmo, responsables y tablero) para sostener Q1. Principio: sin sistema de trabajo, lideras según tu estado de ánimo.